Como ya todos saben, ayer un particularmente eufórico Señor Presidente hizo un acto en el terreno donde crecería la Gran Torre Financiera para anunciar una nueva serie de nuevos Megaproyectos. Afortunadamente TVN tiene un vídeo de sus declaraciones que no me deja mentir. Desafortunadamente no encuentro cómo embedearlo acá, así que vayan y mírenlo. Yo los espero aquí.
¿Listos? Bueno, dice que esta administración sí va a construir un nuevo Hospital del Niño (a pesar de que De Lima había dicho exactamente lo contrario un par de horas antes). Muy bien, y todo. Pero el discurso mejora dramáticamente después de este predecible anuncio, dando un sorprendente giro a los dos minutos trece segundos:
Ahora que veo aquí a querido Monseñor, aquí cerquita, en frente, vamos a hacer una efigie, de Santa María la Antigua, que va a ser la más alta del mundo, más alta que la torre, que la estatua de la libertad, (aplausos leves) que va a ser un ícono de esta ciudad, en los quinientos años de, del descubrimiento del Mar del Sur, y la instalación de la primera iglesia católica, en el suelo americano. Hay quienes dicen que en las islas las hicieron antes, pero lo que cuenta es la tierra firme, y la tierra firme es aquí es Panamá (aplausos). Esa sí la vamos a hacer con la ayuda de todos, con la, con el Estado, con contribuciones de empresas privadas. Es un proyecto muy importante. Repito, va a ser un ícono importantísimo. Va a tener la altura equivalente al edificio del Banco de Bilbao Vizcaya, antiguo Banco Exterior. Ese es el tamaño de la virgen más la efigie. Y es que va a ser una, una obra muy importante que me siento muy contento. Y también estamos empezando la nueva construcción de la nueva catedral metropolitana que va a poder albergar internamente a diez mil, a diez mil personas. [Ininteligible] la restauración, de la, de la catedral, nacional, en el casco antiguo. Porque nada vale arreglar el casco antiguo, ponerle, remozarlo, arreglarle el agua, el alcantarillado, el alumbrado, la-el-la, la carretera, los adoquines, si no arreglamos nuestra bella catedral.
Realmente no sé cómo puedo agregar nada a esta avalancha de fervor católico, especialmente si me resisto a hacer el chiste fácil de que estamos buscando votos del codiciado demographic de los beatos megalomaniacos. Tampoco vamos a especular sobre si vamos a alcanzar cumplir estas promesas de precampaña, que asumo se ponen al final de la famosa y ya atrasada Lista de Imperdonables. Lo que sí no puedo dejar de hacer es presentarles mi dream team de fantasy baseball arquitectónico para esta nueva tanda de nuevos Megaproyectos, demostrando sin lugar a dudas que yo sería manso asesor consejero gubernamental para este tipo de menesteres. Redoble de tambor, por favor.
- El nuevo hospital del niño. Evidentemente nuestro candidato es Jesús Díaz Architects, que ya se ha probado como nuestro mejor diseñador de hospitales del niño. Idealmente hará realidad nuestro sueño de construir un ala simétrica a la que construyó en 1999, envolviendo cual columnata de Bernini una plaza verde barroca frente al elefante blanco. Como el tiempo apremia, este sería un proyecto llave en mano construido por nuestros constructores de hospitales estrella, el consorcio IBT Health, o de repente FCC.
- La efigie gigante de Santa María la Antigua. Habiendo pasado a mejor vida el Maestro Lombana, correspondería sin duda el diseño de esta escultura más grande del mundo al Gran Decano del Arte Público Panameño, el Maestro Ricaurte Martínez. Recomiendo que desde ya empecemos a importar espuma de poliestiereno, fibra de vidrio y polvo de bronce, porque vamos a necesitar bastante. For the record, la escultura más grande del mundo mide 153 metros, la Torre BBVA mide 100 metros, y la estatua de la libertad mide 93 metros.
- La nueva catedral metropolitana. Proponemos aquí al arquitecto de palacio: Mallol & Mallol & Mallol Arquitectos. Su probada experiencia diseñando los edificios más altos de Latinoamérica evidentemente lo convierten en el mejor candidato para hacer la iglesia más grande de Panamá (aunque no de Latinoamérica; por ahora; vamos, señores, piensen en grande).
- La restauración de la (vieja) catedral metropolitana. ¿Quién más ni mejor que los amigos de Odebrecht? Con su comprobada trayectoria defendiendo y restaurando nuestro patrimonio colonial de seguro harán un trabajo excelente, y definitivamente ahorraremos costos porque ya tienen sus cuadrillas de albañiles nativos bien establecidas en el área.
Aleluya. Hagan sus apuestas, hermanos. Y alguien detenga a la Comisión Nacional del Quinto Centenario antes de que sea demasiado tarde.
Que pena, y le haran caso?
La IRONIA bien justificada,me hace retorcerme en Carcajadas,no dudo que una reunion con usted debe ser tan placentera y edificante. Buen dia ¡ (al menos hay alguien cuerdo en esta Metropoli) Saludos ¡
hey… pero no sean tan duro, el man no se tomo su pastilla…y quedo hablando locuras (y pensar que teniamos el plan de ir a sabotearle el evento, pero el mismo se encargo de ello)…