Domingo, día del Señor. Día de recogimiento y meditación, en que nos reunimos a pasar revista sobre nuestras obsesiones personales.
¿Qué se hizo la Ciudad Gubernamental? La policía como que no está empacando todavía, pero el resto del terreno como que tiene grúas y vainas, ¿no?
¿Qué se hizo la Ciudad Hospitalaria? Dice que hay licitaciones para el campo de antenas, pero también como que están mudando vainas para el Matías Hernández. ¿Será que nos van a regalar dos?
¿Qué se hizo la Ciudad de Las Artes? Tú sabes, el campus bello y espectacular entre el MARTA y el Parque Natural Metropolitano para toda nuestra academia culturosa —excepto supuestamente un par de chusmas. ¿Y tú, ya tienes tu tutú?
¿Qué se hizo tu chorrillo? ¿Su corriente
al pisarla un extraño se secó?
Ojo, que el catorce ya está de la ceja al ojo.
En otras noticias —que casi no son noticias, pero que menciono igual para justificar mi salario— la semana pasada La Prensa se acordó de recordarnos que todavía tenemos proyecto de Gran Centro de Convenciones, recordándonos al mismo tiempo que todavía tenemos administrador de la ATP.
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) comunicó al administrador de la ATP, Salomón Shamah, que para 2012 contará con $40 millones para iniciar la construcción del nuevo anfiteatro, que tendrá un costo aproximado de $120 millones.
El resto de los fondos se incluirá en el presupuesto de 2013. […]
El nuevo centro contará en su primera fase con 15 mil metros cuadrados y se levantará sobre un terreno de 10 hectáreas en la calzada de Amador, detrás del centro de convenciones Figali.
Además del edificio principal se habilitarán 7 mil metros cuadrados para hacer exposiciones al aire libre. También se construirá un edificio con niveles superiores y subterráneos para estacionamientos.
La administración del centro de convenciones que se construirá en la calzada de Amador podría recaer en manos del sector privado.
“Esta sería la mejor opción”, dijo Salomón Shamah, administrador de la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP), porque el manejo que las administraciones pasadas le dieron al Atlapa, no fue el mejor.
En su opinión, el anfiteatro debiera ser manejado por un operador internacional, aunque explicó que esto se llevaría a una licitación para escoger la mejor opción.
Pese a que el costo de la obra, $120 millones, sería asumido por la institución, adelantó que se analiza la venta de Atlapa para recuperar parte de la inversión.
Belleza. Tumbamos Atlapa, le ponemos un relleno al frente, y cha-ching: Punta Pacífica II. ¿Cómo no enamorarse de esta idea?