Como comprenderán, este domingo no estuvo para liviandades. Ayer tarde hubo protesta frente a Palacio, y toda el último tramo de la avenida Central quedó llena de graffiti infamatorio. ¿Cómo enfrentar esta terrible crisis de PR? Pues de la misma forma que remozamos las ruinas del Casco cuando vinieron Berlusconi y Myung-bak: a punta de rodillo. Para los peatones de esta mañana aquí no pasó nada (claro que la mayoría son funcionarios del Mingo, Minrex y Presidencia, y para ellos definitivamente que no pasa nada). ¿Protesta? ¿Cuál protesta?
Problema resuelto, ¿no? Alguien debió advertir a los borrigueritos (¿rasos?) que ejecutaron esta operación de Liquid Paper urbano que una mano de pintura es pocas veces suficiente para censurar del todo un mensaje ofensivo. Eso y que pusieran cuidado que no se les pasara ninguno.
Más interesantes son los rótulos que decidieron no tachar. Elimina todos los “Mulino Perro Asesino”, pero preserva los eslóganes positivos. Evidentemente la secretaría de comunicación del estado no entienden de sarcasmos.
La próxima tarde de domingo veraniego que vengan a pasear por el Casco achinen los ojos ante estos palimpsestos dizque invisibles, y comparen/contrasten con HOME GO GRINGO, mural de Jonathan Harker en la avenida de los Mártires: este último funciona cuando uno lee lo casi ilegible, mientras los del Casco fracasan cuando uno logra hacer exactamente lo mismo.
Al que tenga ojos, que vea. Premio para el que encuentre el que dice “Roxana Fuera.”
Alguna vez viste el documental donde seguían el trabajo de los «tapa grafitti», planteando que eran los únicos verdaderos seguidores de Rothko?
Yo recomendaría usar pintura negra bien densa, para que la pared quede como documento desclasificado por la CIA, todo lleno de tachones de [REDACTED].
Si yo fuera «Andrea la estupida» me quejo tambien
«Roxana fuera» al lado de «Andrea la estúpida».
por más apropiado que hubiera sido, creo que ahí no era.