El presidente, Ricardo Martinelli, anunció que el futuro de la fase tres de la cinta costera se decidirá a través de un referendo, que tendrá un costo de 100 mil dólares y en el que solo podrán votar los residentes de El Chorrillo, Santa Ana y San Felipe.
Martinelli dijo a TVN Noticias que en la votación se determinará cómo será la interconexión de las avenidas Balboa y de los Poetas: si a través de una costanera o de un viaducto.
La opción del túnel ya fue descartada.
El referendo se realizará, según el mandatario, dentro de 60 días.
Costanera: así es como los spin doctors gubernamentales llaman al relleno, a menos que sea un eufemismo editorial de La Prensa. Hasta suena bonito, no? Este referendo, como todo en este Panamá, es novedoso: las opciones son sí y sí. Esta sutileza parece escapársele a La Prensa (o al gobierno):
El gobierno apuesta a que el “sí” le gane al “no”, ya que cuenta con el apoyo de los moradores de El Chorrillo y Santa Ana.
Datos recabados por la Contraloría en el censo de 2010 indican que en ambos corregimientos hay 12 mil 398 y 14 mil 79 habitantes, respectivamente, mayores de 18 años de edad.
En San Felipe solo residen 2 mil 521 personas mayores de 18 años. Apenas el 8.6% podrían votar.
Pero, como para que esto califique como reportaje imparcial, hay voces disidentes:
Moradores y activistas de El Chorrillo y San Felipe creen que el referendo debe abarcar a toda la población del país, ya que la obra —adjudicada a la constructora Norberto Odebrecht por 776.9 millones de dólares— será financiada con fondos públicos.
Incluso la representante del Comité por la Dignidad y el Progreso de El Chorrillo, Olga Cárdenas, quien aparece en una cuña del gobierno mostrando su abierto apoyo al proyecto, expresó que en el referendo debe estar habilitada la población entera.
“Esa cinta no solo beneficiará a los moradores de El Chorrillo, San Felipe o Santa Ana, sino también a los de Tocumen, Juan Díaz, Pacora, Chepo, y otros habitantes de Panamá”, resaltó.
A diferencia del argumento de arriba, el de abajo no tiene ninguna relevancia. Hay que recordarle a El Chorrillo que lo que dicen van a poner a votación es la forma en que la cinta rodea el Casco, no lo que va a hacer una vez se acerque a Barraza. De ese lado lo más probable es que todo sea igual en ambos casos. Aunque las versiones “oficiales” del proyecto (i.e. las que el MOP ha sido documentado mostrando en El Chorrillo, porque sobre las otras es mejor no especular) solo mostraban el túnel y “la costanera”, el relleno de Barraza era exactamente igual en ambos casos. Vamos a tener que pedirle a La Prensa que nos preste su copia del informe de 190 páginas que el MOP presentó a Unesco para verificar si el proyecto de viaducto igual termina en un edén de bancas de cemento y canchas de basket.
Entonces, resumiendo, la tan deseada lucha de clases del proletariado chorrillero contra la burguesía catedraleña sólo podría amenizar un referendo real sí-no, así que para realmente hacer campaña entre el sí uno y el sí dos va a haber que realmente considerar los pros y los contras de ambas opciones. Nadie los manda a reducir las selección a dos versiones tan parecidas y con nombres tan ambiguos.
Vamos a ver a quién le toca ahora ser el caudillo pro-relleno, porque las huestes anaranjadas como que no están calificadas para prometer lo lindo que va a ser poder retozar en la grama debajo de las murallas y en lo felices que van a estar los catedraleños con sus playas de estacionamientos nuevas. Yo estoy apostando por el MOP. Y hablando del MOP:
El ministro de Obras Públicas, Federico Suárez, indicó ayer que el referendo definirá cómo será la interconexión vial que ejecutará Odebrecht. No habrá una nueva licitación; se hará una adenda al contrato adjudicado.
“El proyecto tiene orden de proceder y va hacia delante”, enfatizó Suárez.
“Continúa y nada lo va a detener”, agregó.
Este es el mismo ministro de Obras Públicas que hace una semana prometía en París que “No se va a dar inicio (a la obra) hasta tener los estudios y haber cumplido con todos los parámetros para que Unesco esté satisfecha”. Crucemos los dedos para que de aquí en ocho vuelva a cambiar de parecer.