
In the 1960s, Robert Venturi and I played a game we called “I can like something worse than you can like.” Creativity can’t happen without fun, even outrageous fun, but our serious purpose was to open our eyes by assaulting them with things in the everyday landscape deemed ugly, tasteless, and bizarre.
—La siempre citable Denise Scott Brown.
Y a ustedes, ¿les gusta el Hospital del Niño?
A riesgo de delatar mi incipiente delirio de referencia, estoy seguro que Denise estaría fascinada con la Arquitectura Feoclásica Panameña, y casi creo que de esto es de lo que está hablando. La cita sale de su ensayo para la serie Questions of Style, publicado en la Artforum de septiembre de 2010. En él se enfrenta la eterna pregunta del papel de la moda y el estilo en la arquitectura, y se ofrece un vistazo al proceso de trabajo de Venturi, Scott Brown and Associates. Como toda la prosa de VSBA, este es un campo minado de aforismos y bons mots que bien podrían alumbrar una colección de camisetas para arquitectos inteligentes. E.g. Louis Kahn: “You hate it and you hate it and you hate it, until you love it, because it’s the way it has to be.” Naturalmente, recomendamos encarecidamente su cuidadosa lectura. En www.vsba.com tienen un conveniente pdf.
Lo más relevante a la condición panameña son las rumias acerca del Manierismo, que siempre ha interesado a VSBA y orientado su ejecutoria.
Although [Mannerism’s] first historians interpreted its architectural twists as creativity run amok, neurosis, or the bored doodling of spoiled-brat aristocrats, we came to see Mannerist rule breaking as a means of accommodating functional and other conflicts in a complex world. It encourages us, as designers, to bend certain rules and allow others to hold so that the overall pattern of systems and desires can hang together. Mannerism can be seen as the art and science of rule breaking, a result of complexity, and an engine of style change.
Y esto nos deposita de vuelta al Feoclásico (gracias de nuevo a mi delirio de referencia). El eclecticismo —léase, Feoclásico Temprano— de Ruggieri puede verse como Manierismo si le damos a nuestro primer arquitecto estatal el beneficio de la duda y asumimos que era letrado en las normas del Barroco. Pero el Feoclásico actual sólo puede ser consecuencia del desconocimiento, desinterés y desprecio por las leyes de la arquitectura y el ornamento. El no saber que estas reglas existen libera al Feoclásico del trabajo de tener que seleccionar cuáles reglas quebrantar y cuáles respetar, y le permite operar en un vacío teórico donde todo vale y todo es posible. El Feoclásico es un Ultramanierismo para estos tiempos ultracomplejos.
Falta ver si todo esto resulta finalmente en un nuevo paradigma estilístico. Crucemos los dedos; the end is nigh.
Estoy totalmente de acuerdo, los arquitectos «Panameños» y entre estos me incluyo,estamos a costumbrados a usar imagenes, arquetipos y elementos arquitectonicos clasicos y neoclasicos sin saber y sin ningun tipo de conocimiento de que estamos callendo un ecleticismo irresponsable, esto lo vemos muy amenudo en las residencias de los muy austeros millonarios de la ciudad que contratan un arquitecto pensando que les va hacer algo sin presedentes y este caen en ese ecleptico mediocre y sin ningun tipo de compromiso, tanto para su profesion, como para la arquitectura.
Ademas, en los edificios diseñados, vemos cornisas, molduras, denticulos, dinteles etc puetos ahi por un arquitecto infantil que por una simple presuncion los coloco, pero que no sabe que el edificio que esta diseñando o diseñó no tiene autor, que esto siginifica lo mismo que escribir un libro sin citas, y darle el credito a quien se lo merece.