Al igual que el año pasado, esta semana estamos como gato pata p’arriba (o como padrino pataconero) moviendo cielo y tierra para que no nos declaren al Casco Viejo como patrimonio en peligro. Como a estas alturas de mi vida ya no estoy para trasnocharme y todavía no me pasan un rip en youtube, toca conformarse con la crónica de La Prensa. Y dice:
Ayer, por más de una hora, los 21 países miembros del Comité de Patrimonio Mundial de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), reunidos en su asamblea anual en Nom Pen, Camboya, no lograron acordar si incluir o no al conjunto monumental en la lista de sitios en peligro. […]
Los avances de la cinta costera tienen cinco años en la agenda del Comité de Patrimonio Mundial (WHC, por sus siglas en inglés). En las últimas tres asambleas anuales –la de París, en 2011; la de San Petersburgo, en 2012, y ahora la de Nom Pen– el sitio se ha salvado en el último momento de ser incluido en la lista de patrimonio en peligro, gracias a falsas promesas de más estudios por parte del Gobierno panameño.
Them’s fightin’ words!
Ayer, tras una intensa discusión, la presidencia del WHC optó por formar un grupo de trabajo para llegar a un “consenso”.
Algunos países miembros del WHC admitieron que no querían emitir un voto en contra del sitio panameño, porque eso afecta el concepto de “solidaridad internacional”, y por ello prefirieron una “solución de compromiso”.
Ese “grupo de trabajo” entró de inmediato a estudiar el caso, a fin de presentar sus conclusiones al pleno de la asamblea.
Confirmando así que los editores del Diario del NO son asiduos lectores del “Blog” of “Unnecessary” Quotation Marks. Pero continuemos:
Panamá, que no es parte del WHC, pero sí es signatario de la Convención de Patrimonio Mundial, está representada en Camboya por María Eugenia Herrera y Raúl Castro, directora y subdirector del Instituto Nacional de Cultura (Inac); Sandra Cerrud y Yamileth Stanziola, directora y subdirectora de Patrimonio Histórico, y Carlos Martínez, director de la Oficina del Casco Antiguo (OCA).
Esta misma delegación aseguró en San Petersburgo, en 2012, que no se estaba trabajando en el viaducto. Un año después, las obras tienen un avance de 60%.
Con ellos también están Flavio Méndez, embajador permanente de Panamá ante la Unesco, y los arquitectos Eduardo Tejeira Davis y Carlos Fitzgerald.
Los ocho miembros de la delegación panameña estuvieron en la sesión plenaria de ayer, pero solo dos tomaron el micrófono: Cerrud y Méndez.
¿Carne de cañón much?
La discusión sobre el futuro de Panamá Viejo-Casco Antiguo empezó ayer a las 4:15 a.m., hora de Panamá (4:15 p.m. de Nom Pen). La primera intervención fue de la secretaría técnica del WHC, que preparó y leyó un documento en el que se acordó la inclusión del sitio en la lista en peligro.
“Fuertes palabras, fuerte recomendación”, dijo el representante de India. […]
El enviado de Estonia argumentó que el comité está en una posición difícil, pero que ya es muy tarde para posponer la decisión. Este país hizo propias las palabras del representante de Senegal, que utilizó una particular metáfora para referirse al viaducto y su impacto sobre el Casco Antiguo: “cuando un animal ha comido, ha comido”. […]
La delegación panameña obtuvo el apoyo de Rusia, Sudáfrica y Qatar, que opinaron que los efectos del viaducto era un tema “subjetivo”, porque también podía argumentarse que el sitio histórico se podría ver “desde el mar”.
Sandra Cerrud y Flavio Méndez insistieron que el puente marino está fuera de la zona de amortiguamiento. La secretaría técnica del WHC replicó que no se podía hablar de zona de amortiguamiento, dado que esta nunca había sido formalmente definida.
Cerrud restó importancia a los informes de Icomos por estar basados en “premisas subjetivas”.
El programa de hoy fue presentado por la letra S de subjetivo y por el número 2. ¡Hasta mañana, amiguitos!
¿Y? Nos sacaron o no?