El más reciente terremoto en sacudir nuestra ciudad capital adonde nunca pasan desastres naturales fue el 7 de septiembre de 1882. La noticia corrió como reguero de pólvora alrededor del mundo. Decía Decía The Star, de Christchurch, Nueva Zelanda:
Claro que entendemos que eso de las erupciones volcánicas en Chiriquí puede haber sido una ligera exageración para vender más periódicos. En Cinco años en Panamá, Wolfred Nelson narra su experiencia esa fatídica mañana. Nos saltamos toda la parte sobre cómo saltó de balcón a balcón para escapar de su hotel para llegar a lo que nos importa acá: los daños materiales.
La fachada de la catedral cayó en escombros sobre las escaleras de piedra en frente del viejo edificio. El Cabildo quedó destruido. La parte inferior era un claustro de viejo tipo español, con columnas y arcos. Arriba de éstos había otra serie que formaba el balcón del frente con su techo. Este último, con las columnas cayó a la plaza y muchas de ellas se rompieron en grandes fragmentos, mientras que una parte del techo principal del edificio se desprendió. El frente quedó destruido. Aunque el edificio de la Compañía del Canal no mostraba ningún daño visible, había sufrido fuertes rajaduras y de repetirse un temblor de igual intensidad, probablemente se vendría abajo. Tan pronto amaneció fue posible percatarse de que los arcos de la catedral quedaron deteriorados.
Hasta donde sabemos, no hay ilustraciones de los daños en la catedral, tal vez porque los del cabildo eran más sexy.
Claro que ese edificio era uno de una serie de cabildos: tal vez era el primero (asumiendo que no había uno ahí que se quemó en el Fuego Grande de 1737), y evidentemente no el último en estar en ese sitio antes que se construyera el presente Palacio Municipal. Remontémonos atrás hacia el pasado en una rememoración histórica ilustrada.
En 1673, la ciudad de Panamá se muda al Casco Viejo. El plano de 1688 muestra un intramuros ya bien nutrido de casas e iglesias, pero el “solar del cavildo” (V) aun está baldío (aunque ya está cercado).
Para 1748, la tan reproducida perspectiva de la plaza mayor (Sevilla. Archivo General de Indias MP, Panamá, 144) todavía muestra una ciudad a medio construir (o no del todo recuperada del fuego de 1737). La catedral ya tiene su crucero terminado, pero las tres primeras hileras de naves todavía no tienen techo.
También a medias está el cabildo: la arcada de la planta baja parece estar completa, pero de la planta alta solo están los muros laterales. Lo más probable es que las arcadas dobles de la fachada de la planta alta hayan sido parte de la arquitectura efímera hecha para las fiestas de toros y comedias de ese año, con motivo de la proclamación del Rey Don Fernando VI. Digo porque es igualito a los otros tinglados que rodean la plaza.
¿Pero cómo quedó este cabildo colonial cuando se terminó de construir? El consejo municipal nos cuenta:
El Cabildo o Municipalidad se ubicó diagonal a la Catedral, en la Plaza Mayor. Era un edificio de dos plantas en donde se trataban los asuntos más importantes de la población. El pórtico de la planta baja servía de cobijo a los transeuntes que se detenían a leer los edictos y esperaban informaciones y decisiones oficiales; la galería de la parte alta servía de balcón para los Concejales que se mostraban en el para presenciar los actos públicos y conmemorativos.
La primera ilustración del edificio terminado es el grabado en Historia del ferrocarril de Panamá de F.N. Otis de 1867.
Pero eso no es nada comparado con la foto de Muybridge de 1875, que muestra una esquina del edificio del Grand Hotel todavía en construcción.
Después de que la parte superior de la fachada colapsara durante el terremoto de 1882, el edificio se emparapetó como muestra esta ilustración de Cinco años en Panamá: reparando el techo y demoliendo los muros laterales de la galería.
Y en 1884, se había vuelto a techar la galería con un alero sobre postes de madera, a juzgar por el thumbnail de una foto en la Biblioteca del Congreso entitulada “Bldg. in city square, courthouses upstairs and cafe downstairs at north side of Grand Plaza, Panama”.
Hacia 1907, el edificio tiene fachadas completamente nuevas, con tres niveles de arcadas abiertas con balaústres y columnas jónicas, en una composición evidentemente basada en la Basílica Palladiana en Vicenza: una referencia súper pertinente.
¿Y qué fue de este segundo cabildo? De nuevo, el consejo municipal nos cuenta:
En 1882 ocurrió un temblor en la Ciudad de Panamá que derrumbó la Casa del Cabildo, que fue reconstruida usando sus bases originales, sin embargo esta no quedó muy bien plantada, por lo que fue demolida en cumplimiento de la Ley 9 de 1909.
Lo que explica la ausencia de cabildo en esta panorámica de la plaza en 1909.
¿Y qué es lo que dice la Ley 9 de 1909 [de 8 de enero], sobre mejoras materiales?
[Parágr]afo. El Poder Ejecutivo con[tratar]á la reedificación del histó[rico Cabil]do de la Capital de la Re[pública c]on la suma de Sesenta mil [Balboas].
60,000 Balboas de 1909 equivalen a 1.5 millones de Balboas de 2012, por si se están haciendo la pregunta. Igual está baratísimo. Ese Ruggieri era un hacha construyendo por poca plata; y bien rápido, porque
La inauguración oficial del actual Palacio Municipal se realizó en un solemne acto el 1 de junio de 1910 con la participación de las más altas autoridades de la época.
Y cerramos con esta otra panorámica de 1913 con Palacio Municipal. Y vivieron felices comiendo perdices.