Seguimos en esto.
Ponderan las ‘bondades’ de la torre financiera. [Comillas irónicas en el original].
El ministro de Economía y Finanzas, Alberto Vallarino, trató de demostrar a los asistentes a una presentación del proyecto de la torre financiera, que el principal ganador con esta obra será el hospital Santo Tomás. Esto ante las críticas de la sociedad civil que teme que se afecte este monumento nacional.
Entre los beneficios que mencionó Vallarino, está que los jardines del nosocomio serán mejorados y ampliados; la escasez de lugares para estacionarse en el HST se resolverá con estacionamientos soterrados, y los pacientes y el personal médico y paramédico, así como los visitantes, tendrán acceso al Metro y a la cinta costera.
Eso si se entiende que mejorar un jardín es sustituirlo por una capa de grama sobre la losa que tapa los sótanos de estacionamientos. Excelente noticia también que Mallol & Co. generosa y desinteresadamente incluyeron en sus cálculos de estacionamientos todos esos que necesita el hospital y que esos son los que van debajo del jardín; ojalá los únicos accesos no sean desde la torre financiera. Y qué bueno que gracias al proyecto vamos finalmente a poder llegar del hospital a la cinta costera. Bla bla bla ahorros en alquiler, bla bla bla capital semilla de 30 a 35 millones que equivalen al costo del terreno y los planos, bla bla bla. La reseña de ayer al menos era más divertida. No se puede satanizar el proyecto de la Torre Financiera. Lean para enterarse cómo no construir una torre financiera significa dejar de hacer hospitales y escuelitas. Y si prohiben la satanización de proyectos arquitectónicos voy a tener que jubilarme.
Entonces parece que por no tener televisión me perdí esta tarde el anuncio que en el hospital Santo Tomás van a hacer un museo antropológico para poder finalmente exhibir todas las piezas arqueológicas que están encajetadas en los depósitos del Museo del Tucán Marta. Que no es que no las tengan exhibidas por falta de metraje cuadrado, o por falta de personal; pero esa es otra historia. Me pregunto cómo encaja este plan con la escuela de medicina latinoamericana de Condoleeza Rice que estaban instalando en el segundo piso del edificio en 2007, porque eso ni suena ni truena. ¿Querían un museo? Cojan un museo.
[Update. Ahora va a haber un museo del oro en la torre financiera. «[S]on más de 20 piezas del Museo Antropológico Reina Torres de Araúz, que actualmente no se exponen debido a que ese lugar no reúne las condiciones necesarias para su buena conservación.» ¿Condiciones necesarias como curaduría, seguridad, público?]
Tenemos una ruta alternativa para la tercera fase de la cinta costera. «Conectividad respetuosa,» se llama. Bonito oxímoron; felicidades al comité de nomenclatura. Bla bla bla túnel, bla bla bla estacionamientos soterrados, bla bla bla estructuras peatonales para fácil acceso. La Prensa, sabiamente, guarda el broche de oro para el cierre.
[E]l MOP defendió la construcción de un túnel o circunvalación. En ese sentido, el director de Proyectos Especiales, Carlos Ho, hizo hincapié en que el proyecto mejorará la capacidad del servicio de la red vial.
Entre abucheos de los presentes, Ho aseguró que tanto la opción del túnel como la circunvalación no afectarán el Casco Antiguo, a diferencia de lo que plantea la Unesco.
Pero el punto álgido de la noche llegó cuando Maruja Herrera, directora del Inac, pidió una oportunidad para salvar la categoría del Casco Antiguo como patrimonio histórico. “Les pido una oportunidad, haré todo lo posible por salvar la importancia del sitio”, acotó.
De poco le sirvió, porque los activistas presentes le recriminaron la poca participación del Inac en la conservación del lugar histórico.
No sé de qué nos preocupamos. Démosle una oportunidad. Finalmente hace mucho sentido que la danza de los millones esté bajo la jurisdicción del Inac.
«…los jardines del nosocomio serán mejorados y ampliados; la escasez de lugares para estacionarse en el HST se resolverá con estacionamientos soterrados, y los pacientes y el personal médico y paramédico, así como los visitantes, tendrán acceso al Metro y a la cinta costera.»
Suena lindo. Pero lo que siempre me pregunto: ¿en qué va a contribuir la misma Torre Financiera al HST y sus alrededores? No es más que un capricho cual niño malcriado queriendo llamar la atención del mundo. Ni modo. Otro edificio más para la Avenida Balboa.