Nuevo arte en vitrinas

En una de nuestras últimas entregas dimos un vistazo a las vitrinas de MultiAlbrook, nuestro mall favorito. Esta semana, de nuevo en MultiAlbrook —estamos convencidos que si seguimos repitiendo MultiAlbrook, el nombre pegará. MultiAlbrook— encontramos un nuevo homenaje a Michael Jackson, esta vez en Steven’s.

Evidentemente, no le roba el show a los de La Oca Loca. Lo único de notar es que el vitrinista decidió que el maniquí caucásico no era suficientemente blanco, y recurrió a pintura, labial y delineador. Qué importa si al final se parece más al guasón que al difunto rey del pop.

Y luego entonces hoy dimos una vuelta por MultiCentro y, eureka, Picara Store tenía paneles adicionales de su manifiesto feminista. Veamos. Esta Angelina Jolie es producto de los siete ingredientes de la feminidad y recibe besitos en múltiples lenguajes. Y todas saben que la mejor forma de disimular los pechos asimétricos es usando un topcito asimétrico.

Quién dijo que los sofás Labios de Mae West son para sentarse? Paris Hilton los monta cual toro mecánico, y con mucho donaire.

Esta tercera niña bebe su adorable veneno en su disco favorita los jueves por la noche, y es la reina del lugar. El (des)peinado del maniquí bloquea la esquina de abajo…

…que oculta una avalancha de zapatos de tacón.

Pero lo mejor está al voltear la esquina: un fotodrama en seis cuadros que ilustra las inevitables consecuencias de seguirle la corriente a Pícara Store.

Conozcamos a nuestras protagonistas. Lara Croft como Ángel, que quiere ir a chupar a Moods; Pamela Anderson como Vicky, de clavículas sólo superadas por sus esféricos pechos; Katie Holmes como Crhisty, la tacaña del grupo; y Tania Hyman como Nicole, incluida para poner algo de melanina en la producción.

Una vez en Pícara las chicas… son recibidas por Gladys, quien atentamente las atiende. A Angel no le importa que sus lentes oscuros le impidan ver ese de ahí qué lindo. Primero muerta que sencilla. Vicky le aconseja a Nicola limitarse a colores estridentes, que son los que le caen.

Crhyisty, insegura como siempre, ansía obtener la bendición de sus semejantes. Anais, otra cliente de fértiles caderas, se pregunta qué sucede. Su vocabulario la delata como una judía de orígen ruso, sospecha que es confirmada por su corte de pelo.

Angel también es insegura, pero el grupo la apoya sin importar que esté comprando un traje de puta.

Angel se vuelve a poner sus lentes y les dice que ce apuren (sic) a las cajeras, una de las cuales habla por celular, mientras la otra no habla mucho español. Momento de comedia: se cae la ropa!

Y esa noche nuestras heroínas hacen su entrada triunfal a Moods. Crhisty le ha robado su trenza a Angel, que ahora lleva un peinado de Cher. Final feliz, naturalmente.