Estábamos ahí, viejos nostálgicos añorando tiempos pasados y quejándonos de estos jóvenes de hoy y sus cosas. Claro que en estos tiempos uno extraña no el pasado remoto sino el reciente, y busca rockear como si fuera 2009 otra vez. Así que cuando se anunció el retorno de la mejor banda de Panamá, uno de una abre la agenda y la chequera y no mira atrás.
Y es que los rumores eran ciertos. El Papo Vecino está de vuelta, aunque muy fugazmente. Si se preguntan qué es un papo vecino, evidentemente no eran asiduos lectores de este web log a finales de los noughts, así que me cito textualmente:
El Papo Vecino es un grupo de rock panameño. Su música, como toda la buena producción cultural de nuestro país, está cargada de referencias de varios tipos, de varios sitios y de varios tiempos. Las presencias más evidentes son Stereolab, Tortoise y el post-rock de principios de siglo, pero hay también dejos del krautrock de Neu! y del minimalismo de Terry Riley y Steve Reich. Su repertorio cubre el espectro desde canciones pop con estrofas y coros hasta complejas composiciones instrumentales en varios movimientos donde las voces se usan como una textura más. Este espectro incluye, por supuesto, covers completamente honestos de melodrama cinematográfico (Giovanni Fusco) y melodrama latinoamericano (Los Ángeles Negros).
La fecha, el domingo 5 de febrero; el sitio, los prados junto a la entrada al Canal; el evento: el Festival Sensorial. La audiencia: 25% groupies nostálgicos, 70% jovenzuelos esperando Señor Loop, 2% chicas haciendo acrobacia yoga en un trapo, 3% guachimanes disfrutando plenamente ese espectáculo.
El setlist: un recorrido por grandes éxitos y deep cuts de antaño mezclados con un par de novedades. Igual de hipnóticas las cacofonías y las visuales, igual de concentrada la dinámica del grupo.
Es que ocho años pasan en un pestañeo. Y si quedaban dudas de que El Papo Vecino ha llegado al estatus de superestrellas del rock, seguro fueron disipadas por ese solo de batería de minuto y medio.
¿Y qué tal estuvo, preguntan? Pos así:
Si no estuvieron, o no tuvieron, la buena noticia es que este viernes hay ñapa. El Papo Vecino toca en El Sótano. Ojalá temprano, porque a nuestra edad uno ya no está para andar trasnochándose así. Para que vayan estudiando, en su Bandcamp está su disco epónimo de 2009 gratis para descargar. Y aquí está mi reseña precoz de esa obra maestra. Miren qué generosidad.
El que no conozca El Papo Vecino que venga, porque se acaba.
Una lastima que insistan en poner el escenario tapando el canal, en este evento en especial me pareció caprichoso del túnel de luces en la «entrada» que no conducía a ningún lado ni remataba en nada. Muy pretenciosos con el tema de lo «sensorial» y los resultados dejaron mucho que desear. Papo Vecino (y).