“De una gota, un museo”

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It’s aliveeeeeee! Por estos lares no somos ningunos extraños del Soumaya PTY, que tras un par de años de gestación empieza a dar pataditas y a dar entrevistas. ¡Y qué entrevista! Dice Martes Financiero:

Nace del agua. Su diseño es como el de una gota  de lluvia que al caer es congelada un instante para volverse testigo de la creación y de la esencia de Panamá, un país donde el recurso hídrico es la savia que alimenta la tierra  y que mueve al Canal.

Poesía pura: arte e inspiración.

Es el Museo de Bellas Artes de Panamá, un diseño del arquitecto mexicano Fernando Romero, el mismo del Museo Soumaya de la ciudad de México, construido por la Fundación Carlos Slim y que se erige como un Taj Mahal para albergar obras de arte.

Así, modestito el proyecto.

Bastó un paseo en yate a finales de 2010 por la bahía de Panamá para que Romero se inspirara y creara este diseño moldeado para darle albergue a obras de arte panameñas e internacionales.

“Durante 2011 el arquitecto Fernando Romero y su equipo de arquitectos liderado por  Sergio Rebelo se dieron a la tarea de diseñar el museo. También invitamos al reconocido arquitecto Alfonso Pinzón Méndez (Foncho–Pinzón) [¿sic?] para que participara como arquitecto local del museo”, relata Rodolfo Reyes, un empresario y emprendedor mexicano residente en Panamá desde hace más de ocho años.

Y arrancamos con el name-dropping.

El camino para hacer  realidad este sueño se ha trazado poco a poco. Rodolfo Reyes comenta que se trata de una inversión privada. Cuentan hasta el momento con 10 inversionistas, 7 internacionales y 3 locales. Sin embargo, aún no revela el costo de la obra, pero adelanta que ya está casi listo para que se inicie el proyecto.

Desde la terraza del Club Unión, Reyes señala la calzada de Amador. “Allí cerca del Biomuseo se levantará nuestro proyecto”, expresa al sujetar uno de los libros de las obras y proyectos del Grupo FR–EE de Fernando Romero, con el render detallado de la obra.

Apropiadísimo el setting, IMHO. De la entrevista, digo.

Consiste en  una obra de aproximadamente 8 mil 300 metros cuadrados que albergará una galería de arte para obras internacionales; un espacio para exposiciones locales y lugares interactivos en los que  los niños puedan aprender y vivir la cultura.

“Queremos que tenga un auditorio interactivo, al estilo de un planetario, donde se proyecten obras y la historia de grandes hombres y mujeres de la pintura. También habrá espacio para la danza, el teatro, la música y —por qué no— hasta para musicales al estilo Broadway. Se podrán celebrar  festivales, galas y exhibiciones. Queremos que el museo sea aprovechado al máximo como ocurre con otros de su clase en otras partes del mundo, como el Guggenheim de Nueva York que alberga obras de todo el planeta y sirve también de sede de presentaciones y eventos especiales”, expresa el CEO del museo.

Así como de primer mundo.

Reyes señala que en este proyecto no está solo. “Contamos con el apoyo de artistas locales como la reconocida Olga Sinclair, quien al presentarle el proyecto ha estado involucrada en el desarrollo del mismo. Pronto haremos una exhibición internacional de artistas panameños [pintores] para reconocerles su trayectoria. Queremos agradecer también a Eduardo Navarro, Cisco Merel, Braulio Matos, Ana Elena Garuz, Jonathan Farrar, Bárbara Cartier y Juan Raúl Díaz, que saben de esta obra y el empeño que estamos poniendo para que se cristalice”, resalta.

Cualquiera puede hacer name-dropping, pero solo los expertos se atreven a llevarlo a su siguiente estadio lógico: el name-plastering.

“Hemos hecho contactos con especialistas en administración de museos. Hay un grupo que ha desarrollado 9 museos en los últimos 10 años, entre ellos el Guggenheim de Bilbao y la expansión del Guggenheim de Nueva York y queremos que nos apoyen”, dice Reyes.

We want you to name names!

Agrega que como parte de ese networking para armar el proyecto se entrevistó con Kathy Battista, directora del arte contemporáneo del Sotheby’s Institute of Art in New York.

“Uno de los consejos es que el museo puede comenzar sin tener una colección permanente de obras y dedicarse a hacer exposiciones extraordinarias con los contactos que se tienen con el  mundo del arte latinoamericano, mientras se logra ir armando una colección propia con donaciones y adquisiciones”.

Correcto. Fase 1, el continente; fase 2, el contenido.

Sostiene que a la ciudad de Panamá, con tantos rascacielos y centros comerciales, le hace falta el Museo de Bellas Artes.

No ‘un’ museo, sino ‘el’ Museo.

La aventura del museo ya ha comenzado. La obra se proyecta para el año 2020. “Con este museo queremos colocar al país en el mapa internacional del arte”, promete Reyes.

Promesa anotada y agenda bloqueada. Save the date!

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