Como prometimos hace unos meses, hemos continuado nuestra misión remixeadora sobre mi sección favorita de Revista Mundo Social: Mr. Tie. Para refrescar la memoria, los invitamos a saludar a los Mr. Ties anteriores.
La premisa es sencilla: menos mister, más tie. ¿Qué sucede cuando a un feature que hace culto a la personalidad se le sustrae la personalidad? Si de esta serie de retratos de hombres de éxito se elimina el sujeto —el hombre— la lógica simple indica que lo restante tiene que ser el éxito. En este Mr. Tie el hábito no hace al monje: el hábito es el monje.









Borrar los Misters nos obliga a evaluar la serie como hacemos con una fashion story —donde lo que más importa es el styling, luego la ropa, y por último el modelo— invirtiendo exactamente el orden en el que se aplican estos criterios en los Mr. Ties originales —donde manda el modelo, luego la ropa y el styling ni es.
Colofón: Los retratos se producen casi automáticamente en dos o tres borradorazos usando la magia del Content Aware Fill, que es la computadora y el Photoshop convencidísimos que están haciendo bien su trabajo, pero fracasando estrepitosamente —otro interés particular mío.