Como ayer se portaron bien y se leyeron el mamotreto aquel, hoy los voy a tratar suave. Predeciblemente, La Prensa continúa su Entrega especial: un proyecto faraónico, esta vez ilustrado con fotos de la famosa maqueta (cortesía de Amador Ciudad Marina), y llegando a la contundente especulación “Rellenos explicarían la cinta costera III.” No shit, Sancho.
Predeciblemente, la oposición política y la sociedad civil se quejan de un nuevo ataque a la institucionalidad —y razón no les falta— a lo que Palacio responde también predeciblemente:
Al preguntar al ministro de la Presidencia, Demetrio Papadimitriu, sobre el proyecto inmobiliario privado y la negativa del MEF, comentó que “por el momento, el Ejecutivo no iba a reaccionar”.
Igual el Ejecutivo no tiene nada que ver con eso, ¿no? Lo que sí vale la pena es que ojeen la retahíla de opiniones, donde entrevistan a un arquitecto. Qué digo un arquitecto; El Arquitecto. (Y no es Nacho Mallol, aunque me muero de ganas de ver qué opinión le merece el asunto. Tocará esperar su siguiente columna en Revista Lobby. O Mundo Social. Una de esas. But I digress).
Por su parte, el presidente de la Asociación Panameña de Ingenieros y Arquitectos, Julio Rovi, calificó como “positivo el desarrollo de Amador siempre y cuando se cumplan las normas y leyes del país”.
Grande, Julito. Este aval es incluso más convincente que el que le dio a la torre financiera:
Se va a mejorar ese patrimonio. Con ese parque mejorado. Y va a haber estacionamientos incluso para el hospital. De manera que, eh, hay hasta posibilidades de que el Patronato, eh, disfrute de varios pisos de esta torre…
¿Pero qué más iba a opinar sobre el proyecto de un colega que resulta ser patrocinador y Presidente Honorario de su Congreso Nacional de Arquitectos? Falta ver si los sofás esos del escenario eran una fina cortesía de BBK Furniture. Este es el tipo de liderazgo que estaba esperando. Mañana mismo me agremio. Síganme los buenos.