J’Accuse! Un Eje del mal conspira y actúa en contra de mi participación en este aguerrido duelo de branding, atentando contra la misma esencia de mi creatividad moral. Debí sospechar algo cuando la mismísima Ana me invitó al cine anoche, pero como soy bueno, ingenuote y facilón (y fiel creyente en el Paisano mío, panameño, tú siempre respondes sí) fui e invertí dos o tres valiosas horas de trabajo en District 9 (y cero quejas a ese respecto: un mockumentary que denuncia sutilmente nuestra xenofobia usando gore de lo más intenso; una fábula de venganza nerd y redención de las debilidades humanas con dos o tres deus ex machinas ambientada en una ciudad chocolate y polvorosa; una velada revelación de la verdadera naturaleza de la ONU; un recordatorio de los peligros de casarse con la hija de tu jefe y de tratar con nigerianos. Pero esa es otra historia). Finalmente llego a mi Estudio de diseño de imagen corporativa y de una vez termino mi contracontracontracontracontracontraataque, y cuando estoy a medio redactar de mi post se cae WordPress, que evidentemente está en contubernio con mis poderosos enemigos. Pero al final el pueblo ha elegido, si Dios conmigo quién contra mí, estos colores no corren, et cetera. Procedamos.
En nuestro episodio anterior, Ana recorrió el globo en busca de inspiración y concluyó (naturalmente) que la vida es como una caja de chocolates. Naturalmente, su propuesta ha sido muy aclamada por el público, pero mis encuestas son de carne y hueso. J’Accuse!
En el mi característico interés por la tansparencia, hago constar en actas que la leyenda está en Comic Sans MS magenta como venia al gusto popular. #followmeplz. Si mi contrincante usa tales estratagemas, ¿por qué he de hacerme el santo?
Este soy yo quitándome los guantes, y hablando con mis contactos en el bajo mundo del SPAM de venta de ringtones.
2 comentarios sobre “Zonzos de calor y noche, pasan metros, metros… metros…”